Hola queridos amigos y hermanos, en esta oportunidad quisiéramos compartir un hermoso mensaje de la Divina Jerarquía a través de nuestra querida Madrecita Laura Antonia de hace muchos años atrás y que fue publicado en Mayo de 1972. El tema adquiere vigencia en estos tiempos, muchas cosas aquí anunciadas toman valor por razones que ustedes entenderán si leen y tratan de asimilar el mensaje de Sabiduría del Maestro. No es nuestra intención atentar la fe de algunos ni menos quitar prosélitos de ninguna religión, simplemente es nuestro deber, es dar a conocer la Verdad de las cosas que atañen al hombre y a las sociedades.
Mensaje de los Maestros de la Cosmogonía
Recibido a través de Trance de nuestra Madrecita Laura Antonia.
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
“Buenas tardes hijos míos: Espero que los sacerdotes en estos momentos puedan valorar nuestras palabras que encierran la Sabiduría Suprema. Uds. deben ser sabios en la Creación. Recuerden, hijos míos, que les dejé hace aproximadamente un año y seis meses una conferencia sobre la necesidad del amor y una conferencia sobre la necesidad del amor carnal.
Este punto es de toda necesidad, hijos míos, porque el uso de la carne o amor carnal, como lo llaméis, es también una Suprema Ley de la materia, por la que se perpetúa la especie humana. El Celibato es la negación de la Ley y un crimen de la humanidad ignorante. Yo les pregunto a Uds. ¿Qué sería un mundo sin hombres, sino por la procreación, por la unión de los cuerpos de la mujer y del hombre? Toda otra argumentación con capa de virtud, es una blasfemia, es la negación de la Ley y del Autor de la Ley, el Supremo Hacedor.
Tal es lo que filosóficamente se deduce del examen del Celibato religioso. ¿Tan mal ha organizado el Supremo Ser la Vida y sus Leyes, para que una casta improductiva destruya aquello más sacerdotal y la religión Católica quiera enmendar la Creación? Para declarar la Iglesia de los Santos, de las Cruzadas y de la Inquisición, que el Celibato es una virtud y un sacramento, debieron primero haber descubierto el secreto que nacieran los hombres sin madre y sin la unión de los cuerpos. No lo han hecho. Entonces el secreto del Celibato es la destrucción de la humanidad y sólo por esta razón, esa Religión no puede vivir entre los que nacen de madres, y sentenciar la Tierra a ley inflexible de Justicia.
Sé que muy pronto está la caída de estas religiones, que mantienen la ignorancia y mantienen las fornicaciones.
Puede el hombre faltar a todas las leyes y si cumple la de Procreación y engendró un hijo, ese hombre puede ser salvo; mas, puede cumplir todas las leyes y si falta a la de Procreación, bueno, no tendrá progreso, porque sólo ésta crea lazos de vida. Está el Celibato contra el Progreso y la Armonía, que sólo para la Procreación se hacen los Mundos, hijos míos.
No hay que confundir la Castidad y la Abstinencia, que es virtud con el Celibato que es crimen y lleva aparejados en sí mismo todos los crímenes, y por más, desequilibrio de las armonías de las generaciones.
Pero como de todo esto, yo creo que algo han estudiado del argumento del Código de todas las leyes, sólo les voy a exponer la conveniencia y la obligación de que todos los hombres no estén solos. Pueden constituir sus familias y procurarse numerosa prole. En este estado, el hombre es verdadero hombre y tiene ante sí abierto el gran libro de cada uno de sus hijos, y es realmente un receptor con cátedra abierta y un juez. A la vez que es un centro sol, cuyo satélite es la compañera. Los hijos son los mundos de su sistema que deben marchar armoniosos e iluminados, siempre por el sol. Porque en su ausencia el satélite o compañera debe reflejar la luz, que recibió en depósito del sol su esposo, con quien fundió su alma, cuyos hijos serán el resultado.
Aún cuando tenemos muchísimas afinidades en la Tierra, la primera y mayor es la compañera y para hacerlo, es porque debió llenar nuestro corazón. En ley la habéis tomado, para formar ese sistema planetario, a la par que para librarla de la intranquilidad del celo y del afecto de esos angelitos, ráfagas de amor que se escapan de los pensamientos de muchas virtuosas bellas; que saben que su misión es ser madres y quieran que no, sueñan y atraen a su alrededor a esos espíritus, que deben entrar en sus entrañas para fabricarse sus cuerpos. El espíritu, en cumplimiento de la Ley, dirige los pensamientos de su futura madre, hacia aquel que con afinidad puede ser su padre o debe serlo, sin importar estado ni posición. Aquí, queridos hermanos, hay un infinito abismo de Sabiduría. Pero no es ni pueden ser las palabras, si no es la Verdad Absoluta.
Amados hijos, seas hombre o mujer,” las mujeres son las viruelas de los hombres”, dicen, por lo que es necesario tomar una como vacuna, para librarse de las demás. Tomadla, pues, y cumplid el mayor precepto: “Creced y Multiplicaos”. La Ley sólo dice amor ¿Os amáis? He aquí el verdadero Sacramento con que los bendice el Padre. Pero sed Jueces vosotros mismos. Yo os enseño a serlo, porque aprendéis a ser sabios y en esa Sabiduría el mundo puede llegar a su meta. Un hombre sin mujer no tiene más que media vida y está enferma. La materia de su Ley no entiende, no puede entender las virtudes de Suma Creación, cortándole sus funciones Divinas que le son depositadas y mandadas a multiplicarse. Y aún la Naturaleza imprime en estas funciones todo el gozo y la atracción, que tiene para sí atraer el hombre hacia la mujer y la mujer hacia el hombre, a beber el néctar del amor sublime, por lo cual nacen otros seres, continuadores de la Creación.
¿Como podrá ser esto falta alguna a la ley humana, si es mandato de la Ley Divina? Negarle al cuerpo, pobre instrumento del que el espíritu se sirve para crear la belleza y elevar el progreso, del único goce que como pago a su trabajo le da la Ley, es cometer un crimen y preparar muchos crímenes sin duda; por lo que no se lo neguéis con injusticia; pero evitad, no cometáis el vicio ni el abuso, porque sabéis que los venenos matan, pero esos mismos venenos curan también. Todo es cuestión de Sabiduría, queridos hijos.
Como lección Suprema, os quiero dar Luz en este punto al parecer intrincado y es más claro que la luz meridiana: ¿Creéis que algún ser, puede entrar al mundo por puerta falsa? Si alguno tuviera tal presunción, que presente un hombre que no haya nacido de mujer y sin obra de varón. Quien tal presuma, destruye al Creador, lo trata de loco, de impostor, de injusto; y ese no puede ser padre, ni juez, ni nada. Sería una fantasía, una quimera, una traición. ¿Queréis un Padre así, que haga gracias y dé perdones? Yo no lo conozco. Si lo conociera, lo destruiría por irracional.
Sí hijos míos, porque la Verdad es siempre una sola. Cada ser antes de encarnar, sufre un juicio, el mismo se hace un proceso y elige padres; pide a la Ley de Afinidades que le prepare todas las cosas en su causa, para que pueda producir el efecto, sin cuya Ley nada se produce.
Ved como el Creador no puede producir cosas irracionales, ni hacer “gracias”, ni dar “perdones”. Porque Es Justicia, y no podría pedir que no cumpliéramos las Leyes, porque El mismo las quebrantaría y acabaría de ser el Autor de la Vida. No, al mundo no pueda entrar ningún ser por puerta falsa. Y si una mujer concibe en lo que llamamos “estado de soltera”, viuda, o con voto de celibato y se la señala con el dedo; es porque vuestras leyes y costumbres son antagónicas a la Ley Divina, a la cual se ciñen únicamente los espíritus para ser hombres o mujeres; y se ríen nuestros mismos espíritus de lo grotesco de las leyes, que no se pueden cumplir. Es la declaración de la ignorancia de los hombres. Se señala a la madre sin marido y al hijo sin padre. ¿Por qué no se señala al padre de aquel hijo abandonado, que bebió el néctar de la madre, fecundándola, para olvidarla? Ese es uno de los que han hecho las leyes. Quizá sea un juez o un cura, pues en todo caso es un hombre que no merece tal nombre. Es un animal que sólo liba en el cuerpo.
La mujer que concibe un hijo en tales circunstancias, cumplió la Inflexible Ley. Y es digna de respeto y acreedora de respeto, y al respeto de todas las madres y los hijos; esos hijos, que por crearse en libertad, a los que llaman “ilegítimos” ¡qué ignorancia! Son tan hijos y más hijos del Padre Común, que los nacidos en hogares constituidos. He dicho más, porque en estos tiempos actuales, encarnar un espíritu así, es ser un héroe del progreso. Es un valiente, que viene en una batalla sin padrinos, sabiendo que no podrá ser bienvenido por la Sociedad, ni bien acogido.
Hijos míos, queridos hijos: proteged vosotros a esos valientes, ayudad a sus madres y buscad todos los medios para que los reconozcan sus padres. Por ahí empieza la Civilización. Para esto os regalo por adelantado este punto, del que tenéis amplio campo de acción. El hombre con mujer vive la vida de dos y la de sus hijos. Está tranquilo y sereno, no tiene tiempo de ser criminal; no tiene que cuidarse de si tiene camisas o si le falta cuellos, ni perder el tiempo de hacerse el alimento y demás cosas necesarias a la vida. Es respetado hombre, porque constituye número entero en la Sociedad. El hombre solo, es un quebrado. Sólo en caso raro es empleado por la Matemática Social y Constitucional. Así pues, os mando a todos que seáis números enteros, con lo cual vuestro poder y vuestras influencias serán mayores. Esto pedimos a los ascetas, a los ermitaños, y a los célibes, porque no los hay. Dominan la carne; mejor dicho, es su propio verdugo; es contra la Ley y todo es causa del desequilibrio de la Sociedad.
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
Este mensaje, venido directamente desde lo Alto, a través de una incorporación de nuestra Madrecita Laura Antonia, el Maestro nos muestra la verdad del celibato religioso que realizan instituciones de nuestro Planeta, “opción” que va totalmente en contra de las leyes de nuestro Divino Padre Creador, leyes que nos dan la misión de procrear y henchid la Tierra.
Génesis, capítulo 1, Versículo 27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…”
Podemos concluir entonces, mediante estas líneas que es una ley y un deber de cada ser humano procrear hijos. Y no solo se trata te dejar descendencia, sino que se trata de guiar a cada uno de ellos por un buen camino, velando por las necesidades estos.
“Para declarar la Iglesia de los Santos, de las Cruzadas y de la Inquisición, que el Celibato es una virtud y un sacramento, debieron primero haber descubierto el secreto que nacieran los hombres sin madre y sin la unión de los cuerpos. No lo han hecho.” Refiriéndonos a esta frase, pueden haber creyentes que pregunte “¿Y María?”, nosotros les respondemos que es una mentira lo que profesan las religiones terrenas diciendo que María fue virgen, ya que si fuese como lo profesan estas creencias, Dios (Quién sería el que engendró a Jesús) estaría quebrantando sus propias leyes, leyes que se corroboran con la Biblia Sagrada en el capítulo y versículo mencionado con anterioridad. Es por eso que el celibato es un crimen contra la humanidad, es antihumano, va contra la naturaleza de todos los seres que habitan la Tierra, partiendo desde nuestros hermanos menores, como perros, gatos, que todos cumplen con su misión de procrear y henchid la Tierra.
“Está el Celibato contra el Progreso y la Armonía, que sólo para la Procreación se hacen los Mundos, hijos míos.”. Humildemente le pregunto a los lectores, ¿Qué sentido tendrían los mundos –que tantos hay- si las vidas que existen en ellos no procrean? La respuesta es simple, si fuese así, no habría necesidad de que existieran, ya que al morir las especies, se acabarían en cosa de años.
Bajo este tema nace también el tema de la reencarnación, Ley Sagrada también, pero que no tocaremos en este momento.
“…pero evitad, no cometáis el vicio ni el abuso, porque sabéis que los venenos matan, pero esos mismos venenos curan también. Todo es cuestión de Sabiduría, queridos hijos.”. Es así la verdad. Como todos sabemos, cualquier cosa de la que se abuse provoca males, es un ejemplo la comida ya que al abusar de esta puede llevar a males como la obesidad o la anorexia. Es por esto que hay que ser sabios o intentar serlo en cada momento de nuestras vidas, velar siempre por las cosas correctas y así lograremos alcanzar la sabiduría. Creer en el Espíritu Santo y ser guiado por este, ya que es el que conoce la verdad Universal y nos puede ayudar a discernir entre lo bueno y lo malo.
“... ¿Creéis que algún ser, puede entrar al mundo por puerta falsa? Si alguno tuviera tal presunción, que presente un hombre que no haya nacido de mujer y sin obra de varón. Quien tal presuma, destruye al Creador, lo trata de loco, de impostor, de injusto; y ese no puede ser padre, ni juez, ni nada…”. Estas sabias palabras nos reflejan una vez más la verdad de María, ya que es una ley natural el de procrear, es por esto que Jesús fue engendrado como todo ser humano ya que no existe tal posibilidad que el Maestro Jesús, hijo dilecto del Padre haya venido transgrediendo sus leyes sagrada y tampoco podría ser que Dios rompiera sus leyes para realizar una “excepción”. Dios es justo y en su bendita sabiduría le otorgó la armonía al Mundo, para que este se desarrollara de una manera natural y correcta, permitiendo que cada ser tuviese la oportunidad de nacer mediante la unión de un hombre y una mujer, nacer bajo el seno de una familia. Si Dios hubiese hecho lo que algunas religiones profesan, no sería Justo, no respetaría sus propias leyes, y esto, sabemos es una blasfemia.
“Ved como el Creador no puede producir cosas irracionales, ni hacer “gracias”, ni dar “perdones”. Porque Es Justicia, y no podría pedir que no cumpliéramos las Leyes, porque El mismo las quebrantaría y acabaría de ser el Autor de la Vida.”. Justicia, palabra que muchos no entienden. Esta pequeña pero sabia palabra implica: Dar a cada cual lo que se merece, o si nos vamos a las Sagradas Escrituras, “con la vara que mides serás medido” frases que nos dan a conocer una de las Leyes más importantes que rigen el Universo. Esta Ley consta de dar lo que se merece, al bueno lo premia y al malo lo castiga. Y tal vez haya alguien que diga “Dios no castiga”, pero le digo a esas personas que ese castigo recibe el nombre de Justicia. Tomamos el ejemplo de un padre o una madre que castiga a su hija o hijo por haber cometido algún error, al castigarla no implica dejarla de querer, es solo el hecho de querer que su descendencia sea mejor y no vuelva a cometer el mismo error del pasado, es así la Justicia, no es dejar de amar, al contrario, es amar con aún más fuerza ya que Dios mediante esta ley nos permite progresar y pagar los karmas que nos hayamos adquirido con estos “errores”.
“No hay que confundir la Castidad y la Abstinencia, que es virtud con el Celibato que es crimen y lleva aparejados en sí mismo todos los crímenes, y por más, desequilibrio de las armonías de las generaciones.”. Tocamos el tema de la Castidad y Abstinencia, tal vez algunos se preguntaran si esto no va en contra de lo que hemos hablado anteriormente, pero les respondo que no. Estas palabras aluden a que es necesario tener una madurez tanto mental como física para cumplir las leyes Divinas, tener una pareja con la que se decida dar este paso y por supuesto aceptar la responsabilidad de que no es, únicamente traer un espíritu a este mundo, sino que también es darle lo necesario para que este se desenvuelva correctamente en este mundo.
Son virtudes que se deben respetar, pero también existe la ley que se debe respetar.
Podemos concluir finalmente, que el Celibato Religioso atenta contra las leyes Divinas y Sabias, provenientes del Creador de Todo lo que nos rodea, estas son leyes armónicas, perfectas que hay que respetarlas para poder progresar espiritualmente.
Hermana Gabriela.
Mensaje de los Maestros de la Cosmogonía
Recibido a través de Trance de nuestra Madrecita Laura Antonia.
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
“Buenas tardes hijos míos: Espero que los sacerdotes en estos momentos puedan valorar nuestras palabras que encierran la Sabiduría Suprema. Uds. deben ser sabios en la Creación. Recuerden, hijos míos, que les dejé hace aproximadamente un año y seis meses una conferencia sobre la necesidad del amor y una conferencia sobre la necesidad del amor carnal.
Este punto es de toda necesidad, hijos míos, porque el uso de la carne o amor carnal, como lo llaméis, es también una Suprema Ley de la materia, por la que se perpetúa la especie humana. El Celibato es la negación de la Ley y un crimen de la humanidad ignorante. Yo les pregunto a Uds. ¿Qué sería un mundo sin hombres, sino por la procreación, por la unión de los cuerpos de la mujer y del hombre? Toda otra argumentación con capa de virtud, es una blasfemia, es la negación de la Ley y del Autor de la Ley, el Supremo Hacedor.
Tal es lo que filosóficamente se deduce del examen del Celibato religioso. ¿Tan mal ha organizado el Supremo Ser la Vida y sus Leyes, para que una casta improductiva destruya aquello más sacerdotal y la religión Católica quiera enmendar la Creación? Para declarar la Iglesia de los Santos, de las Cruzadas y de la Inquisición, que el Celibato es una virtud y un sacramento, debieron primero haber descubierto el secreto que nacieran los hombres sin madre y sin la unión de los cuerpos. No lo han hecho. Entonces el secreto del Celibato es la destrucción de la humanidad y sólo por esta razón, esa Religión no puede vivir entre los que nacen de madres, y sentenciar la Tierra a ley inflexible de Justicia.
Sé que muy pronto está la caída de estas religiones, que mantienen la ignorancia y mantienen las fornicaciones.
Puede el hombre faltar a todas las leyes y si cumple la de Procreación y engendró un hijo, ese hombre puede ser salvo; mas, puede cumplir todas las leyes y si falta a la de Procreación, bueno, no tendrá progreso, porque sólo ésta crea lazos de vida. Está el Celibato contra el Progreso y la Armonía, que sólo para la Procreación se hacen los Mundos, hijos míos.
No hay que confundir la Castidad y la Abstinencia, que es virtud con el Celibato que es crimen y lleva aparejados en sí mismo todos los crímenes, y por más, desequilibrio de las armonías de las generaciones.
Pero como de todo esto, yo creo que algo han estudiado del argumento del Código de todas las leyes, sólo les voy a exponer la conveniencia y la obligación de que todos los hombres no estén solos. Pueden constituir sus familias y procurarse numerosa prole. En este estado, el hombre es verdadero hombre y tiene ante sí abierto el gran libro de cada uno de sus hijos, y es realmente un receptor con cátedra abierta y un juez. A la vez que es un centro sol, cuyo satélite es la compañera. Los hijos son los mundos de su sistema que deben marchar armoniosos e iluminados, siempre por el sol. Porque en su ausencia el satélite o compañera debe reflejar la luz, que recibió en depósito del sol su esposo, con quien fundió su alma, cuyos hijos serán el resultado.
Aún cuando tenemos muchísimas afinidades en la Tierra, la primera y mayor es la compañera y para hacerlo, es porque debió llenar nuestro corazón. En ley la habéis tomado, para formar ese sistema planetario, a la par que para librarla de la intranquilidad del celo y del afecto de esos angelitos, ráfagas de amor que se escapan de los pensamientos de muchas virtuosas bellas; que saben que su misión es ser madres y quieran que no, sueñan y atraen a su alrededor a esos espíritus, que deben entrar en sus entrañas para fabricarse sus cuerpos. El espíritu, en cumplimiento de la Ley, dirige los pensamientos de su futura madre, hacia aquel que con afinidad puede ser su padre o debe serlo, sin importar estado ni posición. Aquí, queridos hermanos, hay un infinito abismo de Sabiduría. Pero no es ni pueden ser las palabras, si no es la Verdad Absoluta.
Amados hijos, seas hombre o mujer,” las mujeres son las viruelas de los hombres”, dicen, por lo que es necesario tomar una como vacuna, para librarse de las demás. Tomadla, pues, y cumplid el mayor precepto: “Creced y Multiplicaos”. La Ley sólo dice amor ¿Os amáis? He aquí el verdadero Sacramento con que los bendice el Padre. Pero sed Jueces vosotros mismos. Yo os enseño a serlo, porque aprendéis a ser sabios y en esa Sabiduría el mundo puede llegar a su meta. Un hombre sin mujer no tiene más que media vida y está enferma. La materia de su Ley no entiende, no puede entender las virtudes de Suma Creación, cortándole sus funciones Divinas que le son depositadas y mandadas a multiplicarse. Y aún la Naturaleza imprime en estas funciones todo el gozo y la atracción, que tiene para sí atraer el hombre hacia la mujer y la mujer hacia el hombre, a beber el néctar del amor sublime, por lo cual nacen otros seres, continuadores de la Creación.
¿Como podrá ser esto falta alguna a la ley humana, si es mandato de la Ley Divina? Negarle al cuerpo, pobre instrumento del que el espíritu se sirve para crear la belleza y elevar el progreso, del único goce que como pago a su trabajo le da la Ley, es cometer un crimen y preparar muchos crímenes sin duda; por lo que no se lo neguéis con injusticia; pero evitad, no cometáis el vicio ni el abuso, porque sabéis que los venenos matan, pero esos mismos venenos curan también. Todo es cuestión de Sabiduría, queridos hijos.
Como lección Suprema, os quiero dar Luz en este punto al parecer intrincado y es más claro que la luz meridiana: ¿Creéis que algún ser, puede entrar al mundo por puerta falsa? Si alguno tuviera tal presunción, que presente un hombre que no haya nacido de mujer y sin obra de varón. Quien tal presuma, destruye al Creador, lo trata de loco, de impostor, de injusto; y ese no puede ser padre, ni juez, ni nada. Sería una fantasía, una quimera, una traición. ¿Queréis un Padre así, que haga gracias y dé perdones? Yo no lo conozco. Si lo conociera, lo destruiría por irracional.
Sí hijos míos, porque la Verdad es siempre una sola. Cada ser antes de encarnar, sufre un juicio, el mismo se hace un proceso y elige padres; pide a la Ley de Afinidades que le prepare todas las cosas en su causa, para que pueda producir el efecto, sin cuya Ley nada se produce.
Ved como el Creador no puede producir cosas irracionales, ni hacer “gracias”, ni dar “perdones”. Porque Es Justicia, y no podría pedir que no cumpliéramos las Leyes, porque El mismo las quebrantaría y acabaría de ser el Autor de la Vida. No, al mundo no pueda entrar ningún ser por puerta falsa. Y si una mujer concibe en lo que llamamos “estado de soltera”, viuda, o con voto de celibato y se la señala con el dedo; es porque vuestras leyes y costumbres son antagónicas a la Ley Divina, a la cual se ciñen únicamente los espíritus para ser hombres o mujeres; y se ríen nuestros mismos espíritus de lo grotesco de las leyes, que no se pueden cumplir. Es la declaración de la ignorancia de los hombres. Se señala a la madre sin marido y al hijo sin padre. ¿Por qué no se señala al padre de aquel hijo abandonado, que bebió el néctar de la madre, fecundándola, para olvidarla? Ese es uno de los que han hecho las leyes. Quizá sea un juez o un cura, pues en todo caso es un hombre que no merece tal nombre. Es un animal que sólo liba en el cuerpo.
La mujer que concibe un hijo en tales circunstancias, cumplió la Inflexible Ley. Y es digna de respeto y acreedora de respeto, y al respeto de todas las madres y los hijos; esos hijos, que por crearse en libertad, a los que llaman “ilegítimos” ¡qué ignorancia! Son tan hijos y más hijos del Padre Común, que los nacidos en hogares constituidos. He dicho más, porque en estos tiempos actuales, encarnar un espíritu así, es ser un héroe del progreso. Es un valiente, que viene en una batalla sin padrinos, sabiendo que no podrá ser bienvenido por la Sociedad, ni bien acogido.
Hijos míos, queridos hijos: proteged vosotros a esos valientes, ayudad a sus madres y buscad todos los medios para que los reconozcan sus padres. Por ahí empieza la Civilización. Para esto os regalo por adelantado este punto, del que tenéis amplio campo de acción. El hombre con mujer vive la vida de dos y la de sus hijos. Está tranquilo y sereno, no tiene tiempo de ser criminal; no tiene que cuidarse de si tiene camisas o si le falta cuellos, ni perder el tiempo de hacerse el alimento y demás cosas necesarias a la vida. Es respetado hombre, porque constituye número entero en la Sociedad. El hombre solo, es un quebrado. Sólo en caso raro es empleado por la Matemática Social y Constitucional. Así pues, os mando a todos que seáis números enteros, con lo cual vuestro poder y vuestras influencias serán mayores. Esto pedimos a los ascetas, a los ermitaños, y a los célibes, porque no los hay. Dominan la carne; mejor dicho, es su propio verdugo; es contra la Ley y todo es causa del desequilibrio de la Sociedad.
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
Este mensaje, venido directamente desde lo Alto, a través de una incorporación de nuestra Madrecita Laura Antonia, el Maestro nos muestra la verdad del celibato religioso que realizan instituciones de nuestro Planeta, “opción” que va totalmente en contra de las leyes de nuestro Divino Padre Creador, leyes que nos dan la misión de procrear y henchid la Tierra.
Génesis, capítulo 1, Versículo 27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…”
Podemos concluir entonces, mediante estas líneas que es una ley y un deber de cada ser humano procrear hijos. Y no solo se trata te dejar descendencia, sino que se trata de guiar a cada uno de ellos por un buen camino, velando por las necesidades estos.
“Para declarar la Iglesia de los Santos, de las Cruzadas y de la Inquisición, que el Celibato es una virtud y un sacramento, debieron primero haber descubierto el secreto que nacieran los hombres sin madre y sin la unión de los cuerpos. No lo han hecho.” Refiriéndonos a esta frase, pueden haber creyentes que pregunte “¿Y María?”, nosotros les respondemos que es una mentira lo que profesan las religiones terrenas diciendo que María fue virgen, ya que si fuese como lo profesan estas creencias, Dios (Quién sería el que engendró a Jesús) estaría quebrantando sus propias leyes, leyes que se corroboran con la Biblia Sagrada en el capítulo y versículo mencionado con anterioridad. Es por eso que el celibato es un crimen contra la humanidad, es antihumano, va contra la naturaleza de todos los seres que habitan la Tierra, partiendo desde nuestros hermanos menores, como perros, gatos, que todos cumplen con su misión de procrear y henchid la Tierra.
“Está el Celibato contra el Progreso y la Armonía, que sólo para la Procreación se hacen los Mundos, hijos míos.”. Humildemente le pregunto a los lectores, ¿Qué sentido tendrían los mundos –que tantos hay- si las vidas que existen en ellos no procrean? La respuesta es simple, si fuese así, no habría necesidad de que existieran, ya que al morir las especies, se acabarían en cosa de años.
Bajo este tema nace también el tema de la reencarnación, Ley Sagrada también, pero que no tocaremos en este momento.
“…pero evitad, no cometáis el vicio ni el abuso, porque sabéis que los venenos matan, pero esos mismos venenos curan también. Todo es cuestión de Sabiduría, queridos hijos.”. Es así la verdad. Como todos sabemos, cualquier cosa de la que se abuse provoca males, es un ejemplo la comida ya que al abusar de esta puede llevar a males como la obesidad o la anorexia. Es por esto que hay que ser sabios o intentar serlo en cada momento de nuestras vidas, velar siempre por las cosas correctas y así lograremos alcanzar la sabiduría. Creer en el Espíritu Santo y ser guiado por este, ya que es el que conoce la verdad Universal y nos puede ayudar a discernir entre lo bueno y lo malo.
“... ¿Creéis que algún ser, puede entrar al mundo por puerta falsa? Si alguno tuviera tal presunción, que presente un hombre que no haya nacido de mujer y sin obra de varón. Quien tal presuma, destruye al Creador, lo trata de loco, de impostor, de injusto; y ese no puede ser padre, ni juez, ni nada…”. Estas sabias palabras nos reflejan una vez más la verdad de María, ya que es una ley natural el de procrear, es por esto que Jesús fue engendrado como todo ser humano ya que no existe tal posibilidad que el Maestro Jesús, hijo dilecto del Padre haya venido transgrediendo sus leyes sagrada y tampoco podría ser que Dios rompiera sus leyes para realizar una “excepción”. Dios es justo y en su bendita sabiduría le otorgó la armonía al Mundo, para que este se desarrollara de una manera natural y correcta, permitiendo que cada ser tuviese la oportunidad de nacer mediante la unión de un hombre y una mujer, nacer bajo el seno de una familia. Si Dios hubiese hecho lo que algunas religiones profesan, no sería Justo, no respetaría sus propias leyes, y esto, sabemos es una blasfemia.
“Ved como el Creador no puede producir cosas irracionales, ni hacer “gracias”, ni dar “perdones”. Porque Es Justicia, y no podría pedir que no cumpliéramos las Leyes, porque El mismo las quebrantaría y acabaría de ser el Autor de la Vida.”. Justicia, palabra que muchos no entienden. Esta pequeña pero sabia palabra implica: Dar a cada cual lo que se merece, o si nos vamos a las Sagradas Escrituras, “con la vara que mides serás medido” frases que nos dan a conocer una de las Leyes más importantes que rigen el Universo. Esta Ley consta de dar lo que se merece, al bueno lo premia y al malo lo castiga. Y tal vez haya alguien que diga “Dios no castiga”, pero le digo a esas personas que ese castigo recibe el nombre de Justicia. Tomamos el ejemplo de un padre o una madre que castiga a su hija o hijo por haber cometido algún error, al castigarla no implica dejarla de querer, es solo el hecho de querer que su descendencia sea mejor y no vuelva a cometer el mismo error del pasado, es así la Justicia, no es dejar de amar, al contrario, es amar con aún más fuerza ya que Dios mediante esta ley nos permite progresar y pagar los karmas que nos hayamos adquirido con estos “errores”.
“No hay que confundir la Castidad y la Abstinencia, que es virtud con el Celibato que es crimen y lleva aparejados en sí mismo todos los crímenes, y por más, desequilibrio de las armonías de las generaciones.”. Tocamos el tema de la Castidad y Abstinencia, tal vez algunos se preguntaran si esto no va en contra de lo que hemos hablado anteriormente, pero les respondo que no. Estas palabras aluden a que es necesario tener una madurez tanto mental como física para cumplir las leyes Divinas, tener una pareja con la que se decida dar este paso y por supuesto aceptar la responsabilidad de que no es, únicamente traer un espíritu a este mundo, sino que también es darle lo necesario para que este se desenvuelva correctamente en este mundo.
Son virtudes que se deben respetar, pero también existe la ley que se debe respetar.
Podemos concluir finalmente, que el Celibato Religioso atenta contra las leyes Divinas y Sabias, provenientes del Creador de Todo lo que nos rodea, estas son leyes armónicas, perfectas que hay que respetarlas para poder progresar espiritualmente.
Hermana Gabriela.
¡Palabras perfectas dejadas por espíritus muy elevados y que reúnen grandes y maravillosos conocimientos!
ResponderEliminarGracias por hacer que este mensaje llegue a todos nosotros
Saludos
Si las religiones entendieran que el sexo y el amor y la conformación de familias son parte de las Leyes de Dios, como la naturaleza misma, no habrían desviaciones de este tipo, el celibato es crimen contra las Leyes perfectas de Dios y la naturaleza humana.
ResponderEliminarCuando los sacerdotes cometen abusos a niños, marcándolos para el resto de sus vidas, no piensan en Dios??... estoy muy deacuerdo con este artículo, y me parecen muy sabías las palabras aquí escrita en el mensaje, si las autoridades de la Iglesia no aceptan a Dios, que quedará para el resto??...
ResponderEliminarBendito y alabado sea nuestro Padre amado, eternamente gracias a Madrecita Laura Antonia por las enseñanzas que nos a dejado.
ResponderEliminarExcelente la entrada del Celibato, hermosìsimas las palabras del mensaje, cuanta sabidurìa hay en ellas, còmo los Maestros de la Cosmogonìa nos muestran con humildes palabras, la grandeza de la Creaciòn del Divino Padre Creador.
ResponderEliminarLas enseñanzas que vienen desde lo Alto es para todo espìritu maduro, los inmaduros no comprenderàn ni entenderàn jamàs porque su Progreso Espiritual no se los permite.
La grandeza de los mensajes, es que no pierden nunca vigencia, podemos leer uno del año 70 o 75, y es como si hubiese sido recibido el dìa de hoy.
¿Que pasarìa si los ùltimos habitantes de la tierra pràcticasen el celibato?
¿Terminarìa el gènero humano?
Les aseguro que no desaparecerìa el gènero humano, porque como dice el Maestro en el mensaje NO HAY CELIBES, los religiosos que practican este dogma creen engañar al Divino Padre, con sus mentiras engañan a sus seguidores, pero al Padre jamàs.